BACCHUS HÔTEL
Un hotel muy céntrico (renovado en 2013) donde el bienestar no pasa por las aguas termales sino por el vino. Los propietarios del establecimiento son viticultores (producen además su propio vino) y se sienten: construyeron su hotel en una antigua bodega de cooperativa y acondicionaron un pequeño Weinmuseum. Lo más sorprendente es que estas habitaciones con las paredes cubiertas de cerámicas que visitan fueran las barritillas en las que se basaba el vino. El más grande de los tres podía contener 65.000 litros… En la actualidad se exponen 250 tipos de vinos embotellados, entre ellos un Petrus 1967… y objetos relacionados con el trabajo de la vid. Puedes disfrutar de una copa o comer en el sótano o en la terraza, entre dos grupos de turistas preferiblemente, platos de albergue a los productos básicos de muy buena calidad, y, además, bien preparados, como el excelente plato de fogas (pronunciado en el fogache), el sandro del lago Balaton.