HOTEL BIBIKHANUM
Quizás el mejor hotel con encanto de Samarcanda. Inaugurado en septiembre de 2013 por Isrofil y Nilufar Usanov (fundadores de la agencia de viajes Zamin Travel, cuyas oficinas se encuentran en el propio hotel), el Bibikhanum goza de una ubicación inmejorable a los pies de la mezquita del mismo nombre y en la calle peatonal Islom Karimov. Desde allí tendrá acceso a todos los monumentos del casco antiguo a pie: el gran bazar está a cien metros y el Registán a diez minutos a pie. Construido sobre los planos de una casa tradicional, se entra en un bonito patio sombreado por un cenador. A la llegada le recibirán con un té mientras le llevan el equipaje a las habitaciones, que están dispuestas alrededor de un florido patio. Extremadamente bien diseñadas
y funcionales, están decoradas con buen gusto y se encuentran impecablemente limpias. Los propietarios tienen buen ojo para los detalles; por ejemplo, las lámparas de cabecera varían la intensidad de la luz al tocarlas. Los techos y las vigas de madera de abeto desprenden un agradable y ligero aroma fresco. La habitación 209 da directamente a la cúpula de Bibi Khanum: ¡es un poco como la suite nupcial del establecimiento! La primera planta se extiende a lo largo de un iwán de madera y, desde la terraza, las vistas que se obtienen mientras se desayuna son impresionantes y justifican la estancia: parece que está solo frente a la cúpula almenada de la mezquita timúrida. En verano de 2016 se inauguró un bar al pie de la terraza del restaurante, que ofrece la misma espectacular perspectiva para disfrutar al final del día. El trato está a la altura de los estándares de los servicios: es un establecimiento excelente. ¡Y qué vistas!
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Opiniones de los miembros sobre HOTEL BIBIKHANUM
Accueil remarquable, propreté impeccable et très bon confort,
mais le must c'est la situation.
En effet cet hôtel est en plein centre du quartier historique de Samarcande
et la vue depuis la terrasse est exceptionnelle.
Le grand patio vers où convergent toutes les chambres, est un endroit charmant et rafraîchissant.
Les chambres sont par ailleurs très confortables et impeccables et le personnel toujours très attentionné.
Juste à coté du piétonnier. Accueil en Français, Bel espace, chouette resto, malgré le manque de vin disponible.