HOTEL EL RELICARIO DEL CARMEN
A pocos pasos de la plaza Grande, esta mansión histórica de 1705 es un remanso de paz. Una pequeña puerta con una fachada depurada dispone de 18 habitaciones organizadas alrededor de un patio central. Se ha prestado mucha atención a la restauración y no se ha dejado ningún detalle en la decoración (revestimiento de cedro y obras de arte). Todo fue concebido o casi por artesanos locales. Los cuartos de baño no son grandes, pero disponen de todo lo necesario. La directora le contará con amabilidad, con orgullo, con la historia y el renacimiento de esta casa que ha estado en su familia durante generaciones. Pide una habitación en la planta superior con vistas a los tejados y a las iglesias del casco antiguo. Un establecimiento tranquilo religioso, en pleno corazón del viejo Quito. De hecho, se encuentra a una manzana de la Plaza de la Independencia. Un lugar especialmente romántico.