HOTEL MONTANA
Construido en un morne y con unas vistas espléndidas de Puerto Príncipe, era el hotel más lujoso de la ciudad. Aunque el terremoto no ha sido blando con Montana (por lo demás, hay un monumento muy bonito mémorial lado del aparcamiento), los gerentes han trabajado mucho para hacerle encontrar de su magnífica: ¡y lo ha conseguido! El espacio común es espléndido, con sus dos piscinas exteriores donde se puede relajarse y su bar restaurante L'Acajou sirve una buena cocina. Las habitaciones están finamente decoradas y muy cómodas (hay 30 habitaciones nuevas) y las suites son suntuosas. Los desayunos continentales son magníficos y el restaurante panorámico vale la pena tomar conciencia del alcance de la ciudad fiasco que parece salir de otro mundo, muy lejos de Montana. Servicio y prestaciones irreprochables para este hotel de referencia. Si no tienes la oportunidad de alojarte, hay un café o una comida en el restaurante (el domingo es buffet).
Les chambres sont confortables avec moustiquaires, climatisation, mini-frigo et machine à dosette, connexion wifi, chaînes TV locales et internationales. L'art haïtien dans les couloirs et espaces communs rajoute du charme à cet hôtel.
La vue depuis le restaurant-bar est exceptionnelle et on apprécie encore mieux ce cadre avec les plats haïtiens et internationaux ou le buffet préparés par l'équipe de L'acajou.
On peut aussi y prendre un moment pour se recueillir sur un mémorial sobre dédié aux victimes du séisme de 2010.
une vue magnifique sur la baie
le vendredi soir, on y danse la salsa