HOTEL ZUM RITTER
No dejará de admirar su magnífica fachada barroca en la plaza del mercado. Construida en 1592, es la casa más antigua de la ciudad. "La encantadora fachada de vermeille, decorada con oro, aún virgen, intacta y orgullosa", según Victor Hugo, esconde un prestigioso hotel con una decoración rústica y refinada. Una notable escalera con barandillas de hierro forjado conduce a un laberinto de habitaciones. Algunos tienen un frontón de madera, paredes blancas, alfombra de color rojo carmín o azul celeste. Estas habitaciones son dignas de un castillo, con grandes ventanales, colchonetas y hermosos muebles de madera. En definitiva, un lujo sencillo y refinado. El restaurante del hotel, Ritterstube, tiene un comedor muy bonito, todo en madera. Se puede sentir la historia en este edificio que tiene mucho encanto. Buena relación calidad-precio.