Los mejores hoteles La Habana

Situado en el corazón del Vedado, este hotel NH es uno de los más orientados al diseño en La Habana, y por una buena razón, fue renovado en 2014. Sus 220 habitaciones son nuevas y están totalmente equipadas. El hotel también cuenta con tres restaurantes y tres bares, dos de los cuales tienen hermosas vistas de la ciudad. Podrá disfrutar de un baño en la piscina exterior de la planta 17 y de las hermosas vistas. Los amantes del deporte también estarán encantados de saber que hay una sala de fitness. Buena conexión wifi, sólo en el vestíbulo

Situado en la famosa Avenida del Prado, a un paso del Capitolio y no lejos del Malecón, el Hotel Sevilla, como su vecino el Inglaterra, es una leyenda de La Habana. Este edificio centenario de nueve plantas, uno de los más antiguos de la capital, es un buen ejemplo del estilo árabe-andaluz, con su hermosa entrada y su fachada ornamentada. Aquí se han alojado grandes personalidades, como Errol Flynn, Caruso, Josephine Baker y Tito. En la última planta se puede disfrutar de una magnífica vista de la ciudad desde el restaurante. Uno de los pocos hoteles del centro histórico con piscina.

Una especie de hotel particular con 3 habitaciones en la planta baja y 7 habitaciones en la planta baja casi todas con balcón. Son cómodas, están decoradas con sobriedad y ofrecen una gran altura de techo. En la terraza hay un bar restaurante de estilo antiguo, lleno de encanto; ideal para una estancia refrescante al final del día. No te pierdas la sala que expone las obras de artistas contemporáneos cubanos.

La Casa Manrique es una casa colonial muy agradable con techos altos, hermoso arte contemporáneo y un patio. Reysa, una abogada, es muy amable y te recibirá con cariño. Allí vive con su hijo, que tiene poco más de veinte años, mientras su hijo mayor, percusionista de profesión, viaja por Cuba de concierto en concierto. No podrás dejar de ver sus fotos en la pared de la entrada, no muy lejos del altar de santería, que también merece la pena ver Mención especial para el desayuno que es muy completo.

El hotel hace honor a su nombre. Al menos la decoración del vestíbulo, gracias a sus colores vivos dominados por el azul, confiere un ambiente relajante y fresco. El hotel, construido en 2002, ofrece habitaciones amplias. Hay que favorecer a las que tienen vistas al mar. También podrá disfrutar de la calidad del servicio de los tres restaurantes (abiertos al público). Una apuesta audaz, pero bastante exitosa.