Los mejores hoteles Lalibela

Con su arquitectura de iglesia rupestre, este hotel no pasa desapercibido: la puerta monumental rara vez se abre y la entrada se efectúa por el lateral. El gran vestíbulo está cuidadosamente decorado con muebles etíopes y también hay un bar restaurante. Las doce habitaciones son espaciosas y agradables y las colchas muy coloridas con ángeles etíopes muy originales, cabeceras y muebles de madera tallada y suelo cálido. Todas tienen una terraza con vistas espectaculares, al igual que el restaurante y el jardín, que lucen un hermoso césped y disponen de una sala de estar al aire libre. Por el precio es uno de los mejores de su gama, ya que el servicio y las habitaciones están muy bien cuidados, al igual que los desayunos y las comidas. Wifi y traslado al aeropuerto.

Situado junto al Mountain View, esta pensión de ladrillo rojo ofrece unas diez habitaciones, frescas, espaciosas y luminosas. Muy bien cuidadas, están bien equipadas (ropa de cama de calidad, bonita decoración, teléfono, mininevera, agua caliente...) y algunas tienen una terraza con vista panorámica. El propietario es un antiguo guía que conoce la zona al dedillo y puede ofrecer algunos consejos sobre cómo visitarla. Wifi.

Por fin hay un alojamiento de lujo en Lalibela. Este nuevo hotel, recién inaugurado, cuenta con varios puntos fuertes, entre ellos una elegante piscina con un mirador de madera y vistas al valle, así como un spa para relajarse después de largos días de caminata (hamam, sauna y masajes). Un poco en las afueras, garantiza la calma y el espacio que no tienen los alojamientos más céntricos. Como la propiedad es grande y los bungalós están repartidos por una ladera, se garantiza la privacidad de todos. Dispone de aire acondicionado, wifi, moderna cama king size de madera con dosel para mosquitera, suelo de hormigón encerado, lavabo y ducha de lujo en sus amplios baños, restaurante sofisticado... Mezena cumple con los requisitos de lujo que ningún otro hotel ha ofrecido hasta ahora, todo ello a un precio muy asequible. Es imprescindible reservar con antelación.

Se trata de un nuevo hotel con encantadores tukuls de piedra como habitaciones, todos con una bonita vista y mobiliario nuevo y cómodo. El conjunto está bien decorado, con carácter y baños amplios y ordenados. Pequeña terraza y gran puerta de madera tallada para cada uno de los tukuls. La acogida es muy amable, el propietario y su personal son muy atentos y el restaurante es de gran calidad. Está un poco lejos del ajetreo y el bullicio, sin estar en la periferia. Una buena opción. Wifi y aparcamiento.