STIPPHOTEL

La puerta está cerrada permanentemente, es la voluntad del jefe (también jefe de la empresa petrolera Stippag) para preservar la intimidad de sus clientes. Señal de los tiempos: Antes del hotel, este edificio colonial era la sede local del Alto Comisionado para los Refugiados. Hoy en día, el lugar es muy elegante, pero sin lujo de lujo. Las 24 habitaciones y el comedor son muy refinados. Bonita piscina y bonitas vistas al lago. También hay sauna, baño turco, gimnasio.