LA PERLA NEGRA
leer másPerla Negra es un poco estrecho, y por una buena razón: simplemente está lleno a la hora de cenar. Aquí, sin aspavientos, pero con platos de verdad, la mayoría de ellos gargantuescos y todos ellos caseros y hechos al momento. Está claro que los piratas no están en el plato (verás que está en relación con la decoración del local), a pesar de los evocadores nombres que reciben las pizzas: la Black Pearls, la Blackbeard o la Jack Sparrow. El lugar también es frecuentado por los aficionados al fútbol: ¡siete pantallas transmiten los partidos en directo!
LA TAVERNA D'EXCALIBUR
leer másLa decoración es quizás un poco demasiado marcada pero al menos estamos en la atmósfera: escudos en las paredes, Excalibur en su roca en la entrada y un dragón (echamos de menos este pasaje, debemos creer en la leyenda del rey Arturo) y por supuesto el inefable Merlín. Kitsch como quieras, pero gracioso. Y sobre todo, la comida ofrecida es más que generosa.
BUFET EL GRILL
leer másSituado en la 3 ª planta del centro comercial, este restaurante propone cada mediodía un excelente bufé libre, muy completo, con especialidades en el menú. Frescura de los productos en la cita: ensaladas, sushi, pescados, foie gras, quesos, salmón, marisco, carnes asadas y platos del día. Para los golosos, la fórmula "todo incluido" te permite recuperarte a voluntad. En postre, se sirven pasteles, dulces, helados italianos. El todo está lleno de vinos, cava, cervezas, etc. Una agradable sorpresa en esta categoría.
CAN BENET
leer másEste restaurante tradicional andorrano, que cuenta con dos plantas, ofrece una variedad de platos típicos de caracoles, pescado, carne, setas y foie gras. Para los amantes de los sabores más fuertes y menos habituales, aquí pueden descubrir que Can Benet ofrece, cuando es temporada, algunos platos de caza, entre los que recomendamos los guisos de perdiz y jabalí y la liebre. Una auténtica dirección andorrana que se encuentra en las calles de Andorra la Vella.
BUDA ESPAI ANDORRA
leer másEn un ambiente bastante elegante, este restaurante propone una cocina lamída basada en productos de temporadas cocinadas con cuidado (casi con amor). El servicio es impecable y el almuerzo en el jardín contiguo es una buena experiencia.