Ontario

¿Busca una excursión de un día a las cataratas del Niágara sin tener que conducir? ¡Ha venido al lugar adecuado! Queen Tour ofrece excursiones guiadas en minibús de ida y vuelta desde Toronto (unos 10 puntos de recogida) para ver de cerca las cataratas y disfrutar de las atracciones de la ciudad. Pueden añadirse a su paquete y varían según la temporada: crucero al pie de las cataratas, Skylon Tour, Journey Behind the Falls, etc. ¡De lo mejor!

El Café Diplomático ofrece lo mejor de la Pequeña Italia, además de un horario de apertura nunca antes visto ni siquiera en Toronto: un ambiente familiar, suculentas pizzas y un espresso en el que la cucharada tiene su valor. La carta ofrece varias otras especialidades como calamares fritos, escalope de ternera a la parmesana, filete de pescado blanco con salsa puttanesca, pasta en todas sus variantes que puede componer usted mismo, etc. Cada día, un plato tiene un precio reducido para ahorrar dinero. Un gran clásico del barrio!

En primer lugar, el nombre: la palabra "gigglewater" era el término argot para referirse al alcohol durante la época de la prohibición. Después, la decoración: un magnífico diseño inspirado en los bares de Nueva York y Vancouver. En resumen, este bar rinde homenaje a la cultura del cóctel y se ha esmerado en renovar el local y dotarlo de un alma que atrae a multitudes desde que abrió hace unos años. Además de los cócteles, que no son tan caros en comparación con otros locales del estilo, se ofrece un menú gastronómico hasta altas horas de la noche.

Una hermosa dirección en East Chinatown donde brilla la bistronomía francesa. Pascal Geffroy, el chef propietario, no es un extraño en la cocina, ya que ha dirigido cocinas en el Ródano antes de trasladarse a Toronto. En el programa figuran sabrosos clásicos como la cassolette de caracoles, el tartar de ternera, el muslo de pato confitado y el cassoulet royal. En cuanto a la bistronomía, déjese tentar por el tartar de lubina con mousse de lima, piñones y tomate o el vol-au-vent con mollejas y bogavante. ¡Y qué decir de los postres caseros!