PALACIO DE ARTE
El Palacio de Bellas Artes, enclavado en su suntuoso marco, es moderno, animado y acogedor.
Enclavado en su suntuoso marco, el Palacio de Bellas Artes no ha usurpado su título palaciego. Se inauguró en 1892 a bombo y platillo. Durante la Gran Guerra, el edificio y las colecciones sufrieron daños considerables. Gracias a los esfuerzos de su conservador, Edouard Reynard, muchas obras se trasladaron al Museo de Valenciennes para su custodia. Se tardaron años en devolverlo a su estado original. No se reabrió hasta 1924. Hasta 1997, año de su reinauguración por Jacques Chirac, el museo fue objeto de numerosas ampliaciones y remodelaciones. Pero no se deje impresionar por este imponente edificio Aquí rompemos los códigos para hacer el arte accesible a todos, sobre todo gracias a herramientas digitales divertidas e innovadoras para apropiarse de las colecciones, ofreciendo un amplio panorama desde la Antigüedad hasta el siglo XX. También hay hermosas salas dedicadas a la cerámica y los objetos de arte, así como a medallas y medallones. No hay que perderse: los planos-relieves del sótano han sido completamente restaurados y se presentan en un magnífico marco. Sin olvidar las grandes exposiciones y el principio de "Un midi, Un regard", que invita a personalidades de diversos ámbitos a ofrecer una visión poco convencional del arte. También es posible disfrutar de un café o un almuerzo dentro del museo, en el Beau Café by Fleur de chef, comprometido con un enfoque ético y ecorresponsable (todos los recipientes y cubiertos son reciclables). Moderno, animado, acogedor: ¡así es el Palacio de Bellas Artes!
Une visite agréable et intéressante avec quelques bancs pour s'asseoir.