A LA DECOUVERTE DES FONTAINES MAGIQUES
Fuentes con aguas sagradas repartidas por el Parque Natural de las Landas de Gascuña, que sugieren numerosos paseos
Capillas aisladas, piedras con poderes maléficos, fuentes con aguas sagradas... Algunos de los misterios que rodean estos lugares siempre populares siguen sin resolverse. La creencia popular cuenta que los enfermos que acudían a las fuentes a recogerse se curaban milagrosamente. Mágico, ¿verdad? La mayoría de las veces dedicadas a un santo patrón, se decía que las aguas de estas fuentes actuaban sobre una dolencia o aflicción concreta. Según la leyenda, se utilizaban sobre todo para curar dolores de cabeza y dolencias faciales. Por ejemplo, el manantial de Saint-Clair de Mons cura las enfermedades oculares, Sainte-Quitterie las migrañas y Sainte-Ruffine los problemas de piel. Estos "manantiales curativos" adoptan la forma de un simple pozo de agua o una fuente de piedra. Antiguamente, durante una peregrinación anual, el cura del pueblo bendecía el agua y a su santo, antes de que los participantes mojaran sus pañuelos y se frotaran los ojos con ella. Más de un centenar de estas fuentes están diseminadas por el Parque Natural de las Landas de Gascoña. El parque ofrece dos paseos sobre este tema, uno en Moustey, titulado "Iglesias y fuentes curativas" (recorrido a pie - 11 kilómetros) y otro en Belin Beliet, titulado "Muros que hablan y fuentes que curan" (recorrido en bicicleta - 45 kilómetros). La Maison du Parc Naturel le facilitará folletos con muchos otros recorridos.