Lugar de culto que presenta el proceso de construcción de la memoria de la Segunda Guerra Mundial y la comprensión de la represión
Lugar de culto medieval, luego fortaleza militar durante el siglo XIX, Mont Valérien fue el principal lugar de ejecución del ejército alemán en territorio francés. Estos hombres, asesinados por ser combatientes de la Resistencia, rehenes o judíos, son tantos recuerdos de nuestra historia que, naturalmente, hicieron de este sitio un alto lugar de la memoria nacional. Después de la guerra, el General de Gaulle eligió el lugar para honrar la memoria de los que murieron por Francia entre 1939 y 1945; inauguró el Mémorial de la France combattante el 18 de junio de 1960. Como lugar de ejecución de resistentes y rehenes (principalmente comunistas y judíos), Mont Valérien es un elemento central para entender la organización represiva alemana en territorio francés. La diversidad de las 1.008 personas fotografiadas nos permite hoy describir sus orígenes. Entre ellos, los miembros del grupo FTP-MOI Manouchian, conocidos como los Affiche Rouge, o Honoré d'Estienne d'Orves, Boris Vildé y Gabriel Péri. En total, 17 nacionalidades están representadas en el Monte Valérien.
En el interior del recinto, el "Sendero del Recuerdo" permite seguir el camino de los que estuvieron a punto de ser fusilados: desde la capilla, cuyas paredes aún conservan el rastro de las pintadas grabadas por los condenados, hasta el claro de los fusilados. Convertido en un sitio educativo y conmemorativo con numerosas instalaciones museográficas, el Memorial de Mont Valérien permite comprender mejor la represión alemana y la colaboración francesa, así como la vida de aquellos "que amaron la vida hasta la muerte".
Esta visita permite comprender la represión, captar la diversidad de los compromisos y descifrar los procesos de construcción de las memorias de la Segunda Guerra Mundial.
El acceso al monumento del Mont-Valérien pronto será de pago. Si desea más información, póngase en contacto con la recepción del monumento.
La visite guidée est une mine d'informations incroyable. J'attendais cette visite depuis fort longtemps et je n'ai pas été déçue.
La visite avec Jeanne a été exceptionnelle ! Elle maîtrise merveilleusement bien le sujet et en parle avec passion. Elle m'a transporté et je n'ai pas vu passer le temps.
Le lieu est encore chargé d'émotions, je ne peux que conseiller de s'y rendre si êtes dans les parages.