Restaurante que ofrece platos que cambian a diario según el mercado y el estado de ánimo del chef.
Toyo Nakayama es el antiguo cocinero personal del diseñador Kenzo Takada. Está acompañado por una joven: Yoko Nakayama. En la entrada, el cuadro firmado por el modista demuestra vínculos estrechos entre los dos hombres. Sus inspiraciones son más bien franco-japonesas en las que la gran parte se hace a los pescados y a los frutos de mar (la paella japonesa para 2 es fabulosa), sin olvidar algunos tramos de buey de alta calidad como un falso solomillo que se aprovecha. Al ver los platos, se comprende por qué el diseñador se ha convertido en adicto porque el chef nos hace un gran arte: ravioles de médula y consumidos de aves de corral; flor de calabaza con espuma de calamar y verduras de forma ratatuosa; pera asada en almíbar y especias, salsa de caramelo caliente… Los platos cambian todos los días en función del mercado y del humor del chef. El lunes por la noche es carta blanca japonesa… La selección de vinos está muy bien pensada, cuenta con varias botellas a precios accesibles y grandes vinos. El entorno es sobrio, claro y agradablemente decorado con algunas mesas y un gran mostrador.