Bonitas habitaciones y cocina casera y fresca en un hotel con restaurante y terraza cerca de la ciudad medieval y del centro de la ciudad en Carcassonne.
Con este nuevo hotel Ibis Styles Carcassonne La Cité, la marca se consolida como una referencia en la ciudad. Este establecimiento tiene mucho que ofrecer, en primer lugar por su ubicación, que permite llegar a la ciudad medieval (a 300 m) o al centro de la ciudad a pie, pero es sobre todo la calidad de las habitaciones y el cuidado puesto en personalizarlas lo que nos encantó. Al cruzar la puerta principal, se encuentra en un mundo moderno en el que el estilo medieval ha encontrado sutilmente su lugar. Todo ha sido pensado y orquestado para que la magia se produzca: una sala de juegos "château fort" con futbolín para los niños, un restaurante (Le Heaume) con una terraza con vistas a la piscina donde podrá disfrutar de una cocina casera elaborada con productos frescos de temporada (sólo por las noches). Incluso puedes tomar una copa en el bar mientras escuchas tu lista de reproducción gracias a una tableta a tu disposición... es este tipo de pequeños extras los que marcan la diferencia y los que apreciamos. Las habitaciones están decoradas en un estilo moderno y todavía con ese pequeño toque medieval, ofrecen bellos volúmenes, tienen aire acondicionado, cuarto de ducha o baño. Mientras esperas a que la sala de fitness abra pronto, puedes darte un chapuzón en la piscina para terminar en modo "farniente" en las tumbonas habilitadas. El aparcamiento es seguro, por lo que puedes salir a pasear y dormir tranquilamente. El chef del restaurante ofrece platos caseros para llevar o para comer allí mismo si se tiene hambre.
Dîner et petit-déjeuner copieux, excellent et servis avec bonne humeur
Douche glissante au sol .....
Site agréable, proche de la cité médiéval, grand parking arboré.
Etablissement récent, bien entretenu. Vaste espace d’accueil. Accueil très souriant et très chaleureux. Notre chambre standard, avec vue sur la Cité, n’était pas prête, nous avons été surclassés dans une chambre familiale. Nous avions une vue directe sur la piscine et une latérale sur la Cité. Chambre calme, bien équipée, le double en superficie qu’une chambre standard. De nombreux rangements, la salle de bains est vaste, une paroi en verre sur la baignoire protège bien la douche. Grand lit confortable, accueil doux matelas un peu trop ferme.
Le mobilier, la décoration et les aménagements de la chambre et des espaces de l’hôtel, du designer Didier Versavel sont vraiment en harmonie avec le site historique, superbe !
Hôtel complet, c’était la bousculade au petit-déjeuner, le service avait des difficultés à gérer ce flux. Sinon choix correct. Pour le dîner choix entre 4 entrées / 4 plats / 4 desserts, avec des propositions communes d’un jour à l’autre. Pour le dîner, le service était rapide, efficace et souriant, rapport qualité / prix convenable.
Proche de la vielle ville et de la Cité, c’est un hôtel idéal pour découvrir le site et la région.