Los cuatro castillos de Lastours, situados en una zona que atestigua una rica economía construida en torno a la metalurgia.
Una vista impresionante, un paisaje escarpado, con castillos encaramados a 300 m de altura en una cresta sobre el valle: aquí uno se puede perder en el tiempo, el entorno y la historia de los castillos de Lastours, los primeros emplazamientos de la región en ser catalogados en 1905. Situado entre el río Orbiel y el torrente de Grézilhou, a la vez salvaje y refinado, este lugar ha perdurado a pesar de los múltiples asaltos sufridos durante la cruzada contra los albigenses, y después de las Guerras de Religión. Los castillos no han perdido un ápice de su majestuosidad. Durante siglos, controlaron el paso de los minerales de la Montaña Negra. El acceso a este impresionante conjunto arquitectónico es algo difícil, pero una parada en el mirador sombreado ofrece una excepcional vista de los castillos sin tener que hacer todo el recorrido.
Una antigua fábrica textil en la que se fabricaban sábanas y fieltros da la bienvenida a los visitantes. Restaurada, el espacio se utiliza ahora como sala de exposiciones donde se muestra parte del material arqueológico encontrado durante las excavaciones del yacimiento. Una tienda ofrece una interesante selección de libros sobre el patrimonio del País Cátaro y la cruzada contra los cátaros en la región. También encontrará libros y juegos para niños y obras en diferentes idiomas. Durante todo el año, se programan actividades medievales y visitas arqueológicas y botánicas. La historia del lugar puede seguirse en las aplicaciones para móvil Guide du pays cathare y Castrum.
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