PALACIO-MUSEO DE LOS ARZOBISPOS
Palacio-museo de Narbona, compuesto por tres torres y un palacio arzobispal de estilos románico, gótico y neogótico.
El palacio de los Arzobispos es un lugar familiar para los narboneses, ya que el Ayuntamiento está instalado en el edificio desde 1842. A ambos lados del pasaje del Ancre, encantadora calle adoquinada, se encuentran el palacio Vieux (viejo), construido entre los siglos XII y XIII, y el palacio Neuf (siglo XIV, modificado en los siglos XVII y XVIII). En un origen modesta residencia eclesiástica, el arzobispado constituye hoy un conjunto arquitectónico complejo con muestras de los estilos románico, gótico, clásico y neogótico. La fachada del palacio tiene tres torres: la de la Magdalena, la más antigua, la torre San Marcial, y la torre del homenaje Gilles-Aycelin, coronada por atalayas. Desde lo alto de los cuarenta metros de la torre del homenaje, con sus poderosos muros sobresalientes, el arzobispo proclamaba su poderío militar a finales del siglo XIII. La parte alta ofrece toda una panorámica de la ciudad y se pueden apreciar los vestigios de la Vía Domitia y la catedral de los Santos Justo y Pastor.
El palacio de los Arzobispos alberga dos museos: el Museo Arqueológico, en el palacio Viejo, ofrece al público una de las colecciones más bellas de frescos antiguos. El Museo de Arte e Historia se encuentra en el palacio Nuevo, con pinturas, esculturas y exposiciones temporales. El palacio está adosado a la primera muralla de Narbona, más allá de la cual se despliega el jardín del Arzobispado, con su fuente, sus bojs tallados a la francesa, reloj solar y la estela de Paul Tournal, fundador de la Comisión Arqueológica y Literaria.
En el fondo del pasaje del Ancre, una puerta conduce al claustro del siglo XIV, renovado hace poco, en el que podrá admirar pintorescas gárgolas esculpidas, pero también disfrutar de la sombra y de la tranquilidad.
El Palacio-Museo de los Arzobispos cuenta con verdaderas obras maestras en el recorrido artístico de la segunda planta, en los antiguos apartamentos de los arzobispos: el techo de madera pintada del palacio Viejo (en reestructuración) es uno de los más antiguos (siglo XIII) y prestigiosos del arco mediterráneo. Entre las colecciones de arte del palacio Nuevo, destacan hermosas piezas como la Danza nupcial de Brueghel, un Autorretrato de Rigaud, tarros de farmacia del Hôtel-Dieu y una colección orientalista de 130 obras.
On peut d'ailleurs acheter ce pass à l'accueil de ce monument. (9 euros sans réduction). La visite commence alors par l'ascension du donjon médiéval ...quelques 130 marches... Mais arrivé en haut, quelle vue de la ville et de sa région....magnifique lorsque le temps est bien dégagé et sans vent...
On peut y admirer une superbe vue de la mer Méditerranée...