LAS VIEJAS MURALLAS
Las antiguas murallas de Agde son un elemento emblemático del paisaje de la ciudad.
Las murallas de Adge marcan el paisaje de la ciudad. Algunos historiadores locales afirman que los grandes bloques en la base de las murallas de Agde son restos de la antigua ciudad romana o griega. Es posible que algunos de los cimientos de la infraestructura procedan de las fortificaciones románicas, construidas en 1185. Sin embargo, la mayor parte de las fortificaciones de la ciudad se remontan al siglo XIV. En aquella época, la ciudad estaba dividida en dos partes. Por un lado, estaba la Cité, que incluía el palacio episcopal y la catedral, y por otro, el bourg, establecido al sur y que incluía las parroquias de Saint-Sever y Saint-André. Cada uno tenía su propio recinto. En 1360, la muralla de la ciudad medía 676 m y la de la ciudad 745 m. Estas murallas estaban jalonadas por torres cuadradas o rectangulares. Ninguno de ellos sigue en pie. Las superestructuras de los merlones, perforadas con arcos de estribo, son evidentemente más recientes que los muros cortina. En la actualidad, se pueden distinguir tres periodos distintos para estas murallas. Una parte data del siglo XIV: el muro cortina del norte, a la derecha de los arcos, con cimbras y un escudo. Además, a mediados del siglo XVI se construyeron grandes arcos. Finalmente, se reconstruyó una parte de la parte oriental y las superestructuras datan de los problemas religiosos de la segunda mitad del siglo XVI. La ciudadela construida en el siglo XVI fue la extensión inmediata de esta estructura. Fue demolido en 1632 por orden del cardenal de Richelieu y no queda ningún rastro de él.