La gran sala se presta más a una comida entre amigos que a una cena entre enamorados. El espacio es sin encanto, pero se descartan los ojos ante los bonitos modelos reducidos de trenes que decoran el decorado. Los Meuh no vienen para ver pasar los trenes, sino para la carne de bovino. Es de raza limusina Blason Prestige y el jefe también selecciona a veces animales galardonados entre los ganaderos de la región. Esto da trozos de calidad, de tamaño respetable y de rasgo necesario (terneras). También hay ternera, de raza limusina. Además, la carta es variada, hay una decena de entradas a todos los precios, algunos pescados, una fondue borgoña (las noches), pasta, sugerencias los fines de semana. Pero los acompañamientos no siempre están a la altura de la carne. Helados y postres ordinarios, una crema quemada casera y una isla flotante. En cuanto al servicio es la lotería, hay que caer en el buen número.
Très bonne surprise
Je recommande ce restaurant très bonne viande
Petit menu défiant toute concurrence
Allez y
Entrée petite salade aux foies de volaille délicieuse et hampe à l'échalote avec frites cuisson impeccable et viande très bonne. Bon rapport qualité prix. Je recommande ! Réservation conseillée.
Je conseille pour tout voyageur empruntant l'autoroute A20.