COLEGIATA DE NOTRE-DAME
La colegiata tiene trescientos años, con su campanario inacabado y sus espléndidas vidrieras.
La construcción de la colegiata se terminó en el siglo XV, ¡después de trescientos años de obras! El edificio, imponente, presenta un estilo gótico meridional que realza el campanario-porche que se abre a la plaza central de la ciudad. El pórtico eclesiástico y el trazado cuadrado bordeado de arcadas hacen de la plaza de Notre-Dame un lugar especialmente acogedor y seguro. Pero, los curiosos se fijarán en un pequeño detalle: el campanario de esta colegiata nunca llegó a terminarse. Sin embargo, estos mismos visitantes podrán admirar el magnífico porche de la colegiata Notre Dame antes de descubrir, dentro del edificio, una auténtica obra maestra del siglo XV: la sillería del coro de André Sulpice. Las 62 sillas (los asientos de madera colocados en el coro de la iglesia y reservados a los miembros del clero) expuestas al público ilustran el imaginario de la época medieval, que mezcla fantasía, exuberancia y escenas anecdóticas de la vida cotidiana. Tampoco debe perderse las vidrieras. Por último, cabe destacar que el campanario se puede visitar durante el verano: la ascensión ofrece unas vistas fabulosas sobre la plaza Notre-Dame y sobre todos los tejados de la Bastida.