DOMAINE DU GRAND MAYNE
En 1985, Andrew Gordon, seducido por el potencial vino del País de Duras, compra el Gran Mayne. Después de haber replantado el dominio de 34 hectáreas de viñas con herramientas de vinificación tecnológica eficaces, comenzó la construcción de un ché en barriques capaces de albergar 180 barricas. De estas viñas, sorprendentemente expuestas, se procede de un blanco seco, Domaine du Grand Mayne sauvignon 2012 (5,50 euros), redondeado y de cristal. En cuanto al rosado, el 2012, mayoritariamente basado en el merlot, luego en el cabernet sauvignón y el cabernet y franco, se impone el aperitivo a los platos de carnes blancas o parrilladas de pescado (5,50 euros). Se tardan los encantos del Cuvée Prestige 2008. Este vino estructurado (ha pasado durante 12 meses), muchas veces galardonado, se refiere a las carnes rojas. Se cede a precio de amigo (8 euros).