Restaurante saboyano que prepara raclettes, pierrades y fondues abundantes y convivenciales en Poitiers
En la ladera sureste de nuestro promontorio, a sólo 3 minutos a pie del centro, hay un restaurante saboyano que nos gusta visitar en las tardes de frío. Esta institución poitevina, que lleva 32 años deleitando a los adictos al queso fundido, te transporta a los pastos de montaña y a las laderas nevadas en un ambiente de chalet. Esquís, un tobogán, una jarra de leche y carteles de citas célebres mantendrán su curiosidad ocupada, mientras le preparan copiosas y amenas raclettes (con equipos tradicionales), pierrades y fondues. Una avalancha de quesos para gourmets, y ¿por qué no terminar el día con una tarta de arándanos? A la salida, no olvide saludar a la mascota de la casa: ¡Myrtille!
Je recommande vivement ! ????