Restaurante atípico y espacioso, que mezcla tradición y modernidad, y que sirve una cena romántica con productos locales.
Durante cincuenta años, esta capilla neogótica, construida en 1852, albergó los Archivos Departamentales de Vienne, antes de que la magnificencia de su arquitectura le fuese restituida por medio del más atípico, el más espacioso y el más bello restaurante del centro de la ciudad. Todo es grandioso: la enorme sala y sus suaves alfombras, donde se alzan columnas contemporáneas, los huecos en el balcón para las cenas románticas en altura, el deambulatorio y sus rejas de hierro forjado y, sobre todo, el estallido de mil sabores en la boca, confeccionados ante sus ojos, con productos regionales y de temporada y, lo que es más, la posibilidad de disfrutar de este magnífico escenario por la tarde en el salón de té.
Plat sans aucun goût ni onctuosité.
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A ne pas réitérer.