LA VIVIENDA DE BARLOVENTO/SOTAVENTO
Frente al mar Caribe, la casa de Côte-sous-le-Vent es un parque dedicado a esta región protegida del viento e idealmente situada, considerada el granero de Guadalupe en muchos sentidos. Pointe-Noire es la cuna de los artesanos de la madera y de las tradiciones ancestrales de las Antillas. La ciudad también es llamada la capital de la madera de Guadalupe. Y es precisamente en el antiguo emplazamiento de la casa de madera, en una vivienda completamente reformada, donde se encuentran todas las riquezas de la isla, que podrá descubrir en un viaje fuera del tiempo: sus preciosos bosques, su arboreto con sus árboles centenarios que se descubren en el recodo de un camino marcado con paneles didácticos para cada ejemplar, su cacao, su café, sus especias... Los amantes de las flores bonitas pasearán en medio de orquídeas y bromelias con acceso a una casa típica criolla. Los espacios educativos le harán descubrir la artesanía local, sus secretos de fabricación y, por supuesto, la magnífica flora de Guadalupe. Una excepcional exposición sobre el mundo de la piratería le hará descubrir que la Côte-sous-le-Vent era la meca del pillaje en el siglo XVII Los juegos al aire libre permiten descubrir o redescubrir los juegos típicos de las Antillas, subir al pirata Kaz (una casa en el árbol) y mirar por el telescopio para ver si se acerca el enemigo Al final de la visita se ofrece una degustación de café o chocolate-peyi.
L'attraction vélo volant nouvelle depuis aout 2016 a clairement rajouté un peu plus d'attractivité a cet endroit. Vous pourrez pédaler sans peine a travers les arbres nommés en l'air sur un long parcours. Pas de balancé génerant un mal de mer, cette activité est tres zen et on est bercé par le silence et chant des oiseaux.
Cette habitation permet a ceux et celles qui veulent voir un condensé du parcours du tappeur, des jardins de deshaie, de l'habitation la griveliere et de la maison du cacao soit par économie soit par manque de temps.
Adulte plein tarif: 14,50.
En effet, on peut voir quelques dizaines d'orchidées au lieu des milliers annoncées. D'autre part dans la serre aux papillons, je n'ai dénombré qu'une quinzaine de papillons de quatre espèces différentes bien banales. On est loin des "centaines d'espèces parmi les plus belles du monde". J'ajouterai enfin que la visite s'est passée alors que la plupart des installations n'étaient pas éclairées. A 9,50 euros l'entrée, c'est cher.