PEQUENO GRAN HOTEL

A sólo 200 metros del Jardín San Marco, esta es una muy buena opción para quienes no quieren arruinarse. Todo el lugar es muy luminoso gracias al gran techo de cristal que cubre estos dos pequeños edificios enfrentados. Lo mismo ocurre con las habitaciones, que son en general luminosas y muy funcionales. Y si a esto le sumas el buen desayuno incluido, la limpieza y la encantadora acogida, te preguntas si merece la pena ir a otro sitio. En cuanto a la relación calidad-precio, difícilmente se puede hacer algo mejor que este "pequeño" hotel.