AMBA MARIAM - MAQDALA

Amba Mariam es un pueblo muy remoto situado a 3h30 de Dessié por carretera. Se conocía como Maqdala durante el reinado de Tewodros II (coronado emperador en 1855), pero se puede llegar a pie desde la ciudad más grande de Tenta, situada más abajo. En primer lugar, es imprescindible obtener permiso de visita de la administración de Ajibar, 10 km antes de Tenta. Lo ideal es que la oficina de turismo de Dessié o la policía de Kombolcha expidan una carta de permiso. Desde Tenta, es posible alquilar mulas antes de emprender la caminata de 4 horas necesaria para llegar a la fortaleza, situada a 3.000 metros de altitud. Es aconsejable llevar equipo de acampada y comida por si no se puede hacer el viaje de vuelta en el mismo día.

Este lugar resume por sí solo el temperamento fogoso y el trágico destino de este emperador, que ocupa un lugar especial en la historia de Etiopía y cuyo final de reinado parece haber estado marcado por ataques de locura. Debido a sus hazañas militares, Tewodros recibió el apodo de Meysaw (el Valiente). En 1852, Tewodros emprendió una campaña contra los señores del norte y expandió el reino hasta Axum. Durante su reinado, intentó combatir la esclavitud, construir las primeras carreteras y organizar un sistema político y fiscal centralizado. Construyó un verdadero ejército nacional. Aunque fue desafiado y debilitado internamente por los señores locales, perdió el apoyo de la Iglesia Ortodoxa Etíope cuando ordenó la redistribución de sus tierras entre los campesinos. Al mismo tiempo, Tewodros empezó a planear una guerra total contra los musulmanes. Recurrió a Inglaterra en busca de apoyo militar. Molesto por no recibir respuesta, el soberano abandonó su capital de Dabra Tabor y se refugió en la fortaleza de Maqdala, tras tomar como rehenes a algunos diplomáticos y misioneros. Sordo a las ofertas de negociación, mantuvo prisionera a la delegación británica que había acudido a reunirse con él.
La respuesta no se hizo esperar y, en enero de 1868, lord Robert Napier, desembarcando al frente de 30.000 hombres y apoyado por el Raz de Tigray, el futuro Yohannes IV, marchó sobre Maqdala. Consciente de la desigualdad de fuerzas, Tewodros liberó a los rehenes y se suicidó. Su cuerpo aún reposa en la iglesia de Maqdala. Sebastopol, el imponente cañón que el soberano hizo fundir a sus rehenes, sigue allí en pie, emblema de un déspota megalómano.