CONVENTO DE SANTO DOMINGO
2 edificios religiosos distintos, entre ellos el Convento de Santo Domingo y la Basílica Nuestra Señora del Rosario, que alberga un mausoleo
Con el mausoleo dedicado a Manuel Belgrano enfrente, y sus dos grandes torres, es difícil que esta basílica pase desapercibida. De hecho son dos edificios religiosos distintos: el Convento de Santo Domingo y la Basílica Nuestra Señora del Rosario. Su construcción comenzó bajo la orden de los mercenarios en 1751 y siguió un plan arquitectónico jesuita con sus tres naves y capillas poco profundas. Fue consagrada en 1783. Al año siguiente, tras recoger las donaciones necesarias, se inició la construcción del convento. Se terminó en 1805 y todavía hoy es testigo de una fuerte herencia colonial: su puerta de entrada de madera tallada lleva inscripciones en latín. En junio de 1955, un incendio destruyó el complejo, causando la pérdida de muchos archivos y reliquias. No dude en pedir al guardián del templo que muestre los trozos de madera colocados en una de las torres: representan las balas intercambiadas entre los ingleses y las tropas del general Santiago de Liniers en julio de 1807, durante el segundo intento de invasión británica. Cuatro banderas tomadas a los ingleses por las tropas españolas se mantienen dentro del convento. Un mausoleo alberga los restos de Manuel Belgrano que asistió a la escuela primaria del convento cuando era niño. Un cuento cuenta que Belgrano, ferviente adorador de la Señora del Rosario, se dice que eligió los colores de la bandera argentina en su honor.