CASA BATLLÓ
Casa con una obra de color y fantasía en Barcelona con una estructura en forma de hueso de un dragón
La Casa Batlló es uno de los lugares emblemáticos de Barcelona. Junto con La Pedrera, son los dos edificios más conocidos del arquitecto modernista Antoni Gaudí. Situado en el Passeig de Gràcia, el edificio no es del propio Gaudí. La casa fue diseñada en 1877 por uno de los profesores de arquitectura de Gaudí, Emili Sala Cortés. El Passeig de Gràcia era entonces una calle peatonal por la que gustaban de pasear las familias adineradas. A principios del siglo XX, se puso en marcha un proyecto urbanístico para convertirla en una de las principales vías de la ciudad. Fue entonces cuando la casa fue adquirida por Josep Batlló i Casanovas, un gran industrial textil. Deseando demoler la casa para construir una nueva, recurrió a Gaudí. Confió plenamente en el artista y le dio carta blanca. Gaudí decidió mantener la fachada levantada por su maestro, pero remodeló todo el interior, creando una casa moderna digna de nuestro siglo. Se han desplazado todos los tabiques y se ha ampliado el patio interior para hacerlo más luminoso. Las paredes del patio están cubiertas de cerámica en diferentes tonos de azul, simulando las aguas del Mediterráneo. Estas "olas" de color entran por las ventanas del edificio y dan la impresión de vivir en el fondo del mar. Las formas curvilíneas y asimétricas características de Gaudí están, por supuesto, presentes en el diseño interior del edificio. Tómese su tiempo para observar los detalles, ¡ya que le sorprenderán! En los pisos de la familia Batlló se encuentra una curiosa chimenea con forma de seta. Pero también podrá admirar las magníficas puertas de roble con vidrieras de colores en la parte superior, o los tiradores de las puertas de diseño ergonómico. Los grandes ventanales dan directamente al Passeig de Gràcia, donde se puede observar a los transeúntes. Por supuesto, tendrá que mirar hacia arriba para ver el techo ondulado, que simula las corrientes marinas. Desde el exterior, es fácil ver los dos temas que inspiraron a Gaudí: el mundo marino, con el techo hecho de escamas y los colores que recuerdan al coral, y el esqueleto humano del edificio, con fémures y cuencas como pilares y arcos, por no hablar de los cráneos que forman los balcones.
La propiedad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es actualmente propiedad de la familia Bernat que, tras realizar obras de renovación, abrió la casa al público en 1995.
La maison est juste dingue
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