EGERVIN

Esta gran empresa, que ha conservado antiguas cepas húngaras, produce vinos desde varios viñedos de la región. Comercializa algunos viejos restos de sangre de toro que demuestran que este vino ha tenido tiempos mejores antes de la organización colectivista de la vinificación emprendida por el régimen comunista en 1970. Toda una colección de vinos viejos se encuentra en las profundidades del sótano del Obispo. El mejor es actualmente un leányka de 1964 (una niña de años). Cabe destacar que las bodegas de Egervin están situadas bajo el cementerio. ¡Parece bueno para el vino! A la sombra del gigante Egervin, hay algunos pequeños productores que han recorrido un largo camino para revivir una viticultura de calidad.