El Slave Lodge es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Construido en 1679, albergó a más de 9.000 esclavos traídos por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales para servir de mano de obra a la colonia. A partir de 1810, el edificio se convirtió en una oficina gubernamental y más tarde en el Tribunal Supremo. Fue restaurado por primera vez en 1960 para convertirse en el Museo de Historia Cultural y rebautizado como Slave Lodge en 1998. En la actualidad, la memoria colectiva trata de poner de relieve la herencia de los esclavos en Ciudad del Cabo, una herencia que ha quedado oculta durante mucho tiempo en la historia del país. Se centra en las raíces y la ascendencia de los mestizos del Cabo. La ruta de los esclavos de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC) desde Indonesia, India, Sri Lanka, Madagascar y Mozambique se compara con la ruta transatlántica hacia las plantaciones en América. En una alcoba, sobre una columna luminosa interactiva, dentro de anillos giratorios, están inscritos los nombres que sus dueños daban a los esclavos: Bienvenido, Fortuna, Septiembre, Tito, Cupido, Salomón o Moisés... Durante generaciones, estos esclavos, una vez llegados a la Logia de los Esclavos, eran vendidos como mercancía ordinaria bajo una higuera situada en la parte trasera del edificio, ahora en la calle Spin. Por último, una sala multimedia sumerge al visitante en este mundo oscuro y opresivo. Para entender mejor su vida cotidiana, vaya a Groot Constantia, una finca agrícola en la que fueron explotados en gran medida. Las exposiciones temporales son interesantes.