RIO GRANDE – DESCENTE EN RAFTING
El río Grande, el mejor lugar de Jamaica para practicar rafting, merece una visita en Port Antonio.
Todos los hoteles y agencias turísticas organizan bajo demanda la excursión por el río Grande, es EL mejor lugar para el "rafting" jamaicano. Este es el mejor lugar para hacer rafting en Jamaica. Es un descenso tranquilo en una balsa de bambú, muy bien decorada con hojas de palma, flores frescas de colores y sonido en su mayor parte (pero se puede pedir que se apague el sonido). Estarás cómodamente sentado en un banco, con rápidos suaves y para nada en modo rafting como lo oímos en casa sentados en tubos hinchables colgados de una cuerda. De todos los descensos que se ofrecen en todo el país, probablemente sea el de Río Grande el que destaque. El paseo, que dura de 2h30 a 3h (frente a 1h30 de la mayoría), se desarrolla en un entorno absolutamente suntuoso de vegetación tropical, en un profundo silencio puntuado por el canto de los pájaros. El río más largo de la isla discurre por barrancos escarpados y orillas suavemente inclinadas bajo un cielo azul y un sol abrasador. El silencioso rafting apenas perturba la apacible vida campesina, puntuada únicamente por el ritmo del sol.
El rafting en bambú es una actividad turística muy popular que se ofrece en muchos ríos del país. Las largas y estrechas balsas de bambú, de 4 a 5 metros de longitud, solían surcar el río Grande con racimos de plátanos procedentes de las plantaciones y transportarlos a los muelles de carga de Puerto Antonio. La actividad fue popularizada por los primeros turistas de la zona y, en particular, por el actor de Hollywood Errol Flynn, que en su momento vivió en la zona y organizó carreras de balsas para el disfrute de sus famosos invitados. Hoy en día, las balsas para turistas son comunes y están cómodamente amuebladas con un pequeño banco de bambú, a veces incluso con cojines y decoradas con flores tropicales. Una agradable comodidad.
Tenga en cuenta que no se puede improvisar un balsero, y si ellos pueden mover su larga y frágil barca sin dificultad en los meandros del río, la tarea de los balseros es mucho más difícil de lo que parece y requiere un largo entrenamiento y una excelente condición física (lo que justifica el precio bastante elevado de la excursión). Si estáis en pareja, no dejéis de pedir al balsero que os señale la Cala de los Enamorados, que lleva el nombre de Errol Flynn, e intercambiad el tradicional beso para la buena suerte. ¡Un poco kitsch pero divertido!