STRADA REGELE FERDINAND
La strada Regele Ferdinand, que debe su nombre a Fernando, rey de Rumanía entre 1914 y 1927, lleva desde el centro de la ciudad, detrás de la iglesia franciscana de Cluj, del siglo XIII, hasta el puente sobre el río Someşul Mic. Los dos cruces enfrentados de ambas orillas forman un conjunto muy armonioso, con, entre otros, los palacios Széki y Babos, dos puntos culminantes de este complejo arquitectónico, de acentos neogóticos y de la Secesión, construidos entre los siglos XIX y XX.
Una vez cruzado el puente de la orilla norte, una escalinata le llevará a la cima de la colina de la ciudadela, desde donde podrá disfrutar de una magnífica vista de la ciudad y del gran Hotel Belvedere. Pero la zona también está cargada de historia: aquí se han encontrado vestigios neolíticos y romanos, en 1715 se construyó una fortaleza al estilo de Vauban según los planos del arquitecto italiano Visconti, y en 1995 se erigió la Cruzde la Ciudadela(Crucea de pe Cetățuie) en homenaje a los mártires rumanos de la revolución de 1848.
Todavía en la orilla norte, Strada Horea no es una calle muy animada, con muy pocos comercios. Cuenta con tres edificios religiosos. En primer lugar, la sinagoga y un templo conmemorativo de la comunidad judía, que recuerda a los 16.700 judíos de Cluj deportados por el gobierno húngaro a la Alemania nazi. Más adelante están la iglesia ortodoxa de Saint-Nicolas (neorrománica, siglo XX ) y la iglesia reformada, conocida como Peste Apă ("al otro lado del agua"), con su campanario puntiagudo ( siglo XX).