CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA
Una catedral con esculturas de mármol de los apóstoles y un obelisco decorado con bajorrelieves de bronce.
La catedral de Nuestra Señora es la iglesia luterana más importante de la diócesis. El edificio actual es el sucesor de la primera iglesia levantada por Absalón en el siglo XII. Fue destruida por el fuego en la noche del 4 al 5 de septiembre de 1807, durante el bombardeo de la ciudad por la Marina Real. Su reconstrucción en 1829 se encargó al arquitecto C. F. Hansen, que también fue responsable de muchos otros proyectos. La entrada está presidida por un podio sobre el que se eleva una fachada neoclásica con seis columnas dóricas, que evoca los antiguos templos.
El contraste entre la sobriedad del exterior uniformemente revestido de rojo y la blancura inmaculada del interior es sorprendente. La nave, de sesenta metros de largo y veinticinco de alto, está cubierta por una bóveda de cañón artesonada. Todas las esculturas de mármol de los apóstoles (incluidas las de la fachada) fueron realizadas en Roma por el famoso escultor danés Bertel Thorvaldsen. Aquí se viene a escuchar el Copenhagen Boys Choir, un coro de niños de seis y siete años, del Sankt Annæ Gymnasium.
En la plaza se eleva un obelisco decorado con bajorrelieves de bronce de Max Andersen. Es el monumento a la Reforma, encargado en 1936 para celebrar el cuarto centenario de la elección de la Iglesia luterana como iglesia nacional por parte de Cristián III. Muestra algunas escenas piadosas de predicación, combates durante la Reforma (soldados manu militari ahuyentando a los monjes católicos) y al gobernante anunciando su decisión a una multitud jubilosa en Gammeltorv.