LA CASA DEL PAPA
Lujoso complejo que se extiende entre el mar y la laguna, con bungalows con terraza, piscinas y una pista de eslalon para quads
Este lujoso hotel se extiende a lo largo de la playa, bajo los cocoteros. Los bungalós, espaciosos, modernos y muy cómodos, disponen de una terraza de madera, íntima y relajante. A primera vista estará tentado de alojarse en el lado del océano, en la playa, para dormirse con el murmullo de las olas. Pero así no disfrutaría del encanto del complejo en el lado de la laguna, con sus tranquilos bungalós, aislados unos de otros, y diseminados entre cocoteros. Remanso de paz a una hora de Cotonú, su interés reside principalmente en sus actividades, originales y múltiples: tres piscinas adaptadas dominan la playa y rodean la inmensa terraza del restaurante, mientras que, para los más dinámicos, se ha instalado una pista de quad en el lado de la laguna, que zigzaguea entre los campos de voleibol, el circuito pedestre y ciclista de 2,5 km, la discoteca, las mesas de billar y de ping-pong… Sin olvidar la posibilidad de ir en canoa hasta la Bouche du Roy, o pasar la noche en la isla de los cangrejos (en la laguna), propiedad privada de la Casa del Papa. La clientela se resume a unos pocos benineses adinerados e italianos. Algunos aspectos realmente negativos: el trato en recepción, que podría ser más amable, y la restauración. El servicio es extremadamente lento y los platos tienen una mediocre relación calidad-precio. Dado el alejamiento de la ciudad y la ausencia de chiringuitos para comer cerca, no tendrá más remedio que esperar y descubrir platos que le convenzan.