TEMPIO DI SAN BIAGIO
Una pura maravilla del arte renacentista atribuida a Antonio da Sangallo, uno de los mejores arquitectos de la época.
Construida entre 1518 y 1545, esta pura maravilla del arte renacentista, de piedra rubia y líneas armoniosas, se atribuye a Antonio da Sangallo el Viejo, uno de los mejores arquitectos de la época. El templo de Saint-Blaise fue construido lejos de la ciudad, en un valle verde, en el sitio de una antigua iglesia cristiana dedicada a María. Esta ubicación, en el corazón de un magnífico paisaje, subraya su grandeza.
El origen de esta iglesia está ligado a un hecho milagroso ocurrido el 23 de abril de 1518, cuando dos sirvientes, Antilia y Camila, y un campesino llamado Toto, pasaron frente a un fresco que representaba a la Virgen y al Niño y a San Francisco, y vieron a la Virgen abrir y cerrar los ojos, como si estuviera viva.
La planta, centrada en una cruz griega del templo de Saint-Blaise, está coronada por una cúpula sobre un tambor. La arquitectura del campanario juega con formas alternas: alturas decrecientes, líneas rectas y curvas; está rematado por una pirámide de ocho lados. Solemne, el interior alberga, cerca del altar mayor, un atril realizado por Giannozzo y Lisandro di Pietro Albertini en 1584, así como, en las hornacinas, estatuas de santos esculpidas por Ottaviano Lazzarini en 1617. El mismo Papa León X vino a inaugurar esta monumental iglesia, diseñada como un templo antiguo, y considerada uno de los más exitosos logros de la arquitectura cristiana en el Renacimiento toscano. En resumen, una obra maestra toscana del siglo XVI para descubrir durante su estancia en Montepulciano.