TÉLÉPHÉRIQUE WARAIRAREPANO

Aconsejamos ir acompañado de un guía para conocer toda la historia de El Ávil, el tiempo para alejarse de la capital y entrar en un clima exquisito y fresco: una cura de aire puro. De 7 a 12 minutos (dependiendo del clima y la afluencia) bastarás para recorrer los 3,5 km y llegar a la cima del parque del Ávila (Estación Ávila, 2.150 m de altitud), desde donde se ofrecen excelentes vistas. Caracas por un lado y el mar Caribe por otro. Parece incluso que, con tiempo claro, es posible ver a Los Roques gracias a los telescopios que se ponen a disposición del público. Símbolo arquitectónico, inaugurado por el general Marcos Pérez Jiménez el 2 de diciembre de 1955. El teleférico se construyó originalmente para conectar el prestigioso hotel Humboldt con la ciudad. Cerrado durante 40 años, el teleférico ha retomado el servicio. Pasó bajo el mando del Estado en 2007. Está mundialmente reconocido por su modernidad y tiene capacidad para transportar 1.190 personas a la hora, dotado de 84 camarotes que pueden contener 8 personas por un peso máximo de 640 kg. A evitar los fines de semana: la cola puede ser muy larga para llegar al famoso parque Warairarepano; para bajar, prever 2 horas. En la cima hay una pista de patinaje que existe desde la creación de este último. Si tienes ganas de probar el hielo bajo los trópicos, la pista de patinaje funciona todos los días de a h, excepto los viernes (a partir de las 13 h). Los patines de alquiler son bastante modernos; capacidad de 30 personas. Se puede comer en el restaurante o en uno de los muchos kioscos menos dietéticos.