Hotel bellamente decorado en un pequeño rincón del paraíso, sobre la playa, con agradables habitaciones con ventilador
El afable Roberto le da la bienvenida a un pequeño rincón de este paraíso en la playa. Para llegar hay que subir por un camino empinado, pero cuando se alcanza la inmensa playa de arena negra y brillante, uno olvida la tortuosa ruta y solo disfruta del paisaje. Lejos del centro de São Filipe, el establecimiento está magníficamente decorado en tonos naranjas. Las cuatro habitaciones son hermosas y agradables, con ventiladores y electricidad procedente de paneles solares. También dispone de un bonito bungaló en el jardín. Es muy acogedor y puede ir a pasear por esta playa única. Ofrece servicio de recogida en el aeropuerto. Es una pena que el acceso sea tan difícil.