IGLESIA DE SAINT-GILLES

Situada justo enfrente de la catedral, en el lado norte (a la izquierda de la entrada principal), esta pequeña y discreta iglesia románica es fácil de pasar por alto. Por eso es tan poco visitada. Sin embargo, es una auténtica joya del patrimonio arquitectónico de la ciudad. Construida en 1230, es la única iglesia que sobrevivió a las invasiones tártaras y a la revuelta pagana que saqueó a sus hermanas. A día de hoy, es la iglesia más antigua de la ciudad: ¡merece ser más conocida!