YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE ANTIGONIA
Antigua ciudad de Antigonia fundada en el 295 a. C. por Pirro I. Vestigios griegos, romanos y bizantinos. Magníficos paisajes.
Este vasto yacimiento de cuarenta hectáreas (Parku Arkeologjik i Antigonesë) está situado en un magnífico entorno, a los pies del monte Çajupi (2146 m sobre el nivel del mar) y se extiende alrededor de una colina de 600 m de altura que domina el valle del Drino. Alberga los restos de la ciudad de Antigonia (Αντιγόνεια/Antigonia en griego) fundada en el año 295 a. C. por Pirro I (318-272 a.C.), sobrino de Alejandro Magno y rey de la tribu griega de los molosos. La ciudad recibió su nombre en honor de Antígona, la difunta esposa de este gobernante, que se hizo famosa por la expresión «una victoria pírrica» (tan costosa que equivale a una derrota). Pero fue incendiada por los romanos en el 168 a. C. y su población esclavizada. Repoblada a principios de la era cristiana, Antigonia fue abandonada a la llegada de los eslavos en el siglo VI. Posteriormente se construyeron varias iglesias hasta el siglo XI. El yacimiento es objeto de excavaciones desde 1913. Lo más llamativo de los vestigios son las murallas defensivas... que no impiden en absoluto que las cabras atraviesen el lugar. El recorrido sigue la antigua calle central. En el extremo sur se encuentra la parte mejor conservada de las fortificaciones y una pequeña iglesia paleocristiana con coro trebolado, construida entre los siglos V y VI. Su suelo de mosaico está decorado con una extraña representación de san Cristóbal con cabeza de perro. Suele estar visible en verano, pero en invierno se cubre con grava para protegerlo.