L’ODIKA
leer másLejos del ruido de Montée de Louis, esta referencia famosa de Libreville no ha envejecido desde su creación en 1989, a pesar de la multiplicación de ofertas en el sector. Con su terraza de madera ultra ventilada cuando hace mucho calor, su decoración sin pretensiones, su variada carta dominada por platos africanos y criollos (con algunos platos vegetarianos y europeos), el Odika no deja de estar a la altura de su reputación: sencillo y bueno. Especialidad de la casa: pollo a la odika, aunque el resto de la carta también justifica la visita. Servicio profesional.
BEACH CLUB
leer másEl Beach Club ofrece una amplia gama de restaurantes en una zona de ocio. Durante la semana es relativamente tranquilo, se puede comer o cenar cerca de la preciosa y amplia piscina o en una sala con aire acondicionado en un ambiente chic y relajado al mismo tiempo. El ritmo se acelera a partir del viernes con una noche de barbacoa (langostas, gambas a la parrilla...) con orquesta hasta la 1 h de la madrugada. Los domingos, desayuno alrededor de la piscina pequeña de 8.30 a 11.30 h, seguido de un gran bufé a las 13 h. El Beach Club ofrece actividades para los niños durante las vacaciones y sigue siendo uno de los imprescindibles para los grandes eventos, por lo que a menudo se organizan fiestas privadas. Se recomienda reservar los fines de semana.
FREE ZONE FOOD
leer másCon su restaurante íntimo, su bar al aire libre y su terraza panorámica, el establecimiento ofrece un marco agradable para tomar una copa o cenar en pareja o con amigos. Con su menú mitad gastro, mitad comida callejera, atrae a una ecléctica mezcla de clases sociales y nacionalidades. Se pueden degustar hamburguesas caseras, carnes a la parrilla y ensaladas, así como platos más inventivos como jarrete de cordero con salsa de clementina y termidor de bogavante, ¡la especialidad del chef! También hay estupendos cócteles de autor.
L'IROKO
leer másFrente a Pointe Denis, con los pies en la arena, l'Iroko goza de un marco excepcional frente al mar. El menú, sencillo pero tentador, varía entre carne y pescado. Del coupé de buey al plato de pescador, ¡hay para todos los gustos! Si tiene hambre, pruebe las rillettes de pescado o el fresco y delicioso carpaccio de capitán. El lugar se disfruta mejor al final del día, cuando el sol se pierde en el horizonte, con un cóctel o una cerveza en la mano. A veces vienen DJ a animar el Iroko en las veladas festivas.