PRISIÓN DE LOS CRISTIANOS
Después del mausoleo se accede a una plaza con un sector cerrado por unas verjas de hierro forjado. En el interior se extiende lo que habría sido la prisión de los Cristianos, también llamada prisión de Qara. Se dice que Qara fue un prisionero portugués que negoció su libertad con Mulay Ismaíl a cambio de construir una cárcel que pudiera contener hasta 40.000 cautivos. El laberinto subterráneo se habría extendido en otro tiempo en un círculo de 7 kilómetros de diámetro. La mayor parte fue destruida por el terremoto de 1755 y hoy solo se conservan tres grandes salas de 80 metros de largo y 25 de ancho iluminadas por unas aperturas realizadas en 1968. La leyenda dice que los prisioneros, cuya misión era transportar bloques de mármol desde Volúbilis a Mequinez, habrían abandonado inmediatamente el trabajo al anunciarse la muerte de Mulay Ismaíl. Esto explicaría la presencia de los bloques de mármol que cubren el camino hacia Volúbilis. El gran edificio con tejadillo de madera que puede verse a la izquierda sería donde Mulay Ismaíl procedía al intercambio de prisioneros con los embajadores de los distintos países. En realidad, parece más bien que el lugar fue un mero depósito subterráneo.