ANGKOR THOM
Ciudad de 5 puertas con 4 enormes caras de Buda, que alberga los restos de la mayor ciudad de la Edad Media
Angkor Thom significa literalmente "la gran capital". Construido bajo la supervisión del soberano Jayavarman VII a finales del siglo XII, está delimitado por una muralla de 3 km por 3 km y 8 m de altura. Cinco puertas permiten la entrada, una en cada punto cardinal y la "puerta de la victoria" en el noreste. Aunque esta última estaba reservada para los grandes desfiles militares, el circuito turístico actual prefiere entrar en Angkor Thom por la puerta sur, que es la mejor conservada. En cada una de las puertas hay cuatro rostros macizos, y no está claro si representan a Buda, al propio rey o quizás a los guardianes de los puntos cardinales. A la entrada de las puertas, unos puentes de piedra atraviesan el foso en el que se representa un episodio del mito del "batido del mar de leche": los Devas, deidades del panteón hindú, han perdido su inmortalidad; para recuperarla, deciden unir fuerzas con los Asuras (demonios) para crear amrita, el néctar de la inmortalidad. Para ello, deben hacer girar el monte Mandara, que convertirá el mar de leche y producirá el elixir de la vida eterna. Los Devas, con la ayuda de Vishnu y Shiva, se apoderan entonces del amrita a costa de los Asuras. A cada lado del puente, todavía se pueden ver gigantes tirando de una serpiente como en este episodio. Desgraciadamente, se han producido muchos robos y saqueos, y sólo el de la puerta sur sigue en buen estado.
Una vez dentro de las murallas de Angkor Thom, descubrirá los restos de la mayor ciudad de la Edad Media; además del palacio real y los magníficos templos, entre ellos el Bayon, construido en el centro de la ciudad, podrá admirar el ingenio de los arquitectos jemeres. Los múltiples canales de riego y la pendiente natural del lugar permitían una notable circulación de agua para regar los numerosos campos de arroz que alimentaban a los cientos de miles de personas que vivían allí. Como la mayoría de las viviendas eran de madera, sólo se conservan las construcciones de piedra; además del Bayon, hay que ver el Baphuon, el Phimeanakas, el Preah Palilay, el Tep Pranam, el Preah Pitu, el Kleang Norte y el Sur, así como las terrazas del Rey Leproso y del Elefante. La mayoría de estos lugares son de visita obligada en Angkor y muchos de ellos están repletos de turistas al amanecer. Tendrá que alternar entre los sitios que no están abarrotados y los que acogen a miles de curiosos de todo el mundo para admirar esta joya de la civilización jemer.
Il faut y venir et y revenir, et y passer.