Guía de viaje Aywaille

A las puertas de las Ardenas, la región de Aywaille suele considerarse el jardín de la ciudad de Lieja. Saliendo de la Cité ardente, se adentra en una verde región rural, impregnada de serenidad, situada en la confluencia de los ríos Ourthe y Amblève. A lo largo de los siglos, estos dos ríos han esculpido valles y creado panoramas impresionantes, como el único torrente de Bélgica (el Ninglinspo) a tiro de piedra de las asombrosas rocas de cuarcita del Amblève y el Fonds de Quarreux (ambos declarados patrimonio excepcional de Valonia). Añada a esto las grutas de Remouchamps y Comblain-au-Pont, el valle del Lembrée y, por supuesto, los dos encantadores ríos, el Ourthe y el Amblève, y el Monde Sauvage d'Aywaille... La diversidad del Pays d'Ourthe-Amblève también queda patente en sus edificios tradicionales, muchos de ellos muy bien conservados. Le encantará tanto el magnífico pueblecito florido de Deigné como el mundo de piedra gris de Condroz, cerca de Anthisnes y Tavier, o la arenisca de la región de Aywaille, corazón comercial de los alrededores. La ciudad cuenta con numerosos cafés y restaurantes familiares donde los holandeses, entre otros, gustan de acudir a tomar algo en los días soleados. Mayoritariamente rural, la región es una escapada a la naturaleza que se puede explorar a pie, en bicicleta o a caballo: hay casi 900 km de senderos señalizados, 700 km de carriles bici y 150 km de caminos de herradura.