LAS FUENTES DEL SENA
Las siete fuentes del Sena son un lugar lleno de misterio, con numerosos vestigios y reliquias de siglos pasados.
Las fuentes del Sena han sido veneradas desde la época galo-romana. En total, se han descubierto más de 1.500 objetos en este punto arqueológico: vasos con monedas romanas, estelas, obras de bronce y estatuas. Estos objetos, que no llegaron allí por casualidad, son los últimos vestigios de un gran santuario galo-romano dedicado a la diosa Sequana, la ninfa de los manantiales del río. A lo largo de los siglos, estos manantiales han seguido siendo venerados, y la gente ha viajado desde muy lejos para saciar su sed y aprovechar sus propiedades curativas. Encaramadas a 446 m de altitud, estas aguas nacientes disfrutan ahora de un entorno paisajístico, frecuentado en temporada y prístino y sereno a partir del otoño. El ambiente que se respira aquí casi hace creer en las propiedades del agua de manantial. De hecho, ¡hay siete! Los tres del santuario galo-romano son los de mayor caudal. Si desea saber más sobre la historia de este lugar y admirar los objetos descubiertos por los arqueólogos, diríjase al museo arqueológico de Dijon, donde también podrá contemplar los fascinantes exvotos celtas y galo-romanos. ¿Lo sabía? La ciudad de París es propietaria de las fuentes del Sena desde 1864. La ciudad ha creado allí un monumento y un parque ajardinado, y sigue siendo responsable del mantenimiento del lugar. Cerca de las fuentes se encuentra también el primer puente que cruza el Sena.
Bien aménagé avec sentier et bancs, très propre.
Parking très pauvre en emplacement