MUSEO NACIONAL
En primer lugar, es el edificio que se puede visitar, un buen ejemplo de la arquitectura de la época, típica de estas casas prefabricadas en el Reino Unido y entregadas en contenedores a los primeros misioneros y a las élites locales. Fue construido en 1884 para el Cónsul Hewett, con vistas a la colina, y más tarde sirvió como la primera sede del gobierno, cuando Calabar fue capital del Protectorado del Sur antes del traslado a Lagos en 1906.
El museo consta de una serie de galerías polvorientas pero bien documentadas: en la planta baja, una mirada a la esclavitud y a los primeros exploradores que desembarcaron en Calabar, y luego a la evolución de las monedas en uso y de la industria del aceite de palma, utilizando numerosos mapas, bocetos, fotos, cartas y garantías de la época. El acceso a la primera planta se realiza a través de una escalera exterior de madera, que conduce directamente al salón, aún ricamente amueblado (¡observe el ventilador manual!). Desde la ventana, vista de la bahía donde los barcos desembarcaron y, a lo lejos, el cementerio donde descansa Mary Slessor.
Las galerías del primer piso detallan la religión, la vida social y la organización política de la época. Interesante oposición de dos máscaras Ekpe, una de Calabar y otra de Cuba. Termina con la historia de la lucha por la independencia, las primeras elecciones y los años de independencia. En el patio, donde se puede disfrutar de una hermosa vista del río Calabar, hay una antigua oficina de correos, una cabina telefónica y un monolito original.