PIEDRA CONMEMORATIVA SAVORGNAN DE BRAZZA

En el corazón de Brazzaville, a orillas del río donde se plantó la bandera francesa para simbolizar el tratado de amistad entre De Brazza y el rey Makoko el 10 de septiembre de 1880, el Congo rinde homenaje a su descubridor y colonizador Pierre Savorgnan de Brazza. Diseñado por el arquitecto local Eugène Emmanuel Okoko, el edificio neoclásico circular combina mármol y cristal tintado, cuenta con columnas y un frontón, y está coronado por una cúpula de 12 m de diámetro. El vestíbulo, que sirve de espacio expositivo, está adornado con un fresco de 15 m de ancho que representa el viaje de De Brazza por el Congo. Una cripta alberga los restos del explorador y su familia. El hombre que a menudo decía que "África tendría vida propia" llega ahora a la meta que esperaba y por la que rezaba, tras descansar en Argelia. El proyecto nació de una petición y un encuentro entre Detalmo Pirzio Biroli, sobrino nieto de De Brazza, y las autoridades congoleñas. La placa conmemorativa muestra al venerable descendiente vestido de explorador, flanqueado por Gaston Ngouayoulou, ^16º rey de los Batéké, recreando el encuentro fundacional entre De Brazza y el rey Makoko. Los planes para un monumento conmemorativo y el traslado de las cenizas del explorador no tardaron en tomar forma. Denis Sassou N'Guesso, Omar Bongo y Jacques Chirac colocaron la primera piedra en 2005, y el monumento se inauguró en 2006. Al principio, fue recibido con una lluvia de críticas: como un gasto suntuario, un honor rendido al colonizador, pero también en un país donde la magia y la religión forman parte de la vida cotidiana, como un templo masónico, un lugar para ceremonias ocultistas... El monumento fue rechazado por la población: después, desde exposiciones a esfuerzos educativos por parte de la fundación que lo gestiona, desde visitas escolares a artículos de prensa, el lugar encontró su sitio. La polémica se ha apagado. El hecho es que en un país sin museo nacional, donde la ruta del esclavo está marcada por la primera piedra de un monumento que nunca se ha construido, el reluciente edificio puede, tanto en la forma como en el fondo, suscitar interrogantes: las autoridades congoleñas no parecen insensibles a esta observación, y se ha prometido que este mausoleo es sólo el primer módulo de un complejo cultural más sustancial, cuyo segundo módulo se inauguró en 2021. Incluye dos bibliotecas, un auditorio y una sala de exposiciones. No obstante, la escenografía de la exposición es agradable (aunque muy básica), con algunas películas y testimonios interesantes.