PALACIO DEL NIAVARAN
Una de las residencias estivales del último shah de Irán escondido en un jardín paisajista de cerca de cinco hectáreas. Cuatro pabellones de la época quajar se esconden en el inmenso parque: el palacio principal, el palacio Sahebqaraniyeh, el palacio Ahmad Shahi y el museo Jahan-nama. También un edificio faraónico edificado por el último shah, con una entrada de honor real, una altura de techo imperial, colecciones de arte (pinturas de Vassarely, tapicerías, porcelanas finas, espejos y lámparas de araña gigantes, etc.). Las habitaciones de los niños en su jugo, la oficina de Farah Diba, su tocador de América, objetos de la vida cotidiana (peluches en el piano eléctrico), una colección de las suntuosas vestimentas de la shahbani… Sin olvidar un museo de fiestas valiosas a las colecciones que vienen, entre otras cosas, de Irán, India y China. El clavo del espectáculo, pero quizás no lo vea: el techo del edificio es móvil y se abre en su centro como un inmenso patio con tiempo clemente cuando el clima se presta. Esto con un mecanismo alemán de vanguardia en aquel momento. Los pabellones no siempre están abiertos.