MONASTERIO DE JVARI
Este monasterio aferrado a una ladera de montaña, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el lugar más sagrado de toda Georgia.
Dominando la región de forma pintoresca, el monasterio de Jvari (la cruz) es, junto con Svetisjoveli, el lugar clave de Mtsjeta. En primer lugar, porque su sobria estructura de piedra en la cima del acantilado es la vista más fotografiada de Georgia, como un emblema del país. Construido en el extremo de los contrafuertes del Cáucaso Menor, controlando todo el valle, anuncia de lejos Mtsjeta y Tiflis cuando se llega del oeste. En segundo lugar, porque tiene un sitio especial en el corazón espiritual de los georgianos: allí es donde santa Nino plantó por primera vez su cruz de vid sobre la pagana Mtsjeta. Es la primera muestra de cristianismo en territorio georgiano… Y, por último, porque es el monumento por excelencia del estilo eclesiástico llamado caucasiano, un tipo de iglesia autóctona, de la cual solo se encuentran algunos ejemplares en Georgia y en Armenia. Tal vez se pueda añadir que en la época soviética estaba en terreno militar y que su acceso estaba prohibido. Por lo tanto, simboliza también la independencia recobrada.
En 545, el príncipe (Eristavi) Guram hizo construir una primera iglesia (conocida como la «pequeña iglesia de la Cruz»); justo al lado. La gran iglesia fue erigida por su hijo Stepanoz entre 586 y 605. Su planta de cuatro ábsides inició un estilo transcaucásico y la iglesia constituyó un importante modelo regional. Su interior es muy austero, los frescos han desaparecido, pero los que cubren las paredes exteriores (los ángeles encima de la puerta) son de gran belleza.
Subir a Jvari merece la pena, aunque solo sea para disfrutar de la magnífica vista de Mtsjeta, la cordillera de Trialeti y los meandros de los ríos.
Para llegar, no hay transporte público, pero un taxi le costará unos 10 lari o menos desde Mtsjeta. La carretera que serpentea entre la vegetación no deja de ser también interesante.
A visiter un jour de mariage pour observer les coutumes vestimentaires et religieuses des habitants