PYONGYANG ZOO
Cómo llegar y contactar
Almas sensibles y amantes de los animales, ¡absténganse! El zoológico de Pyongyang contiene todas las especies de animales ofrecidas a los líderes norcoreanos por países extranjeros, pero mantenidas en malas condiciones. Construido a petición expresa de Kim Il-sung para participar en la educación del pueblo coreano, ahora incluye más de 5.000 individuos y 650 especies diferentes. Algunos animales son más famosos que otros: el Daily Telegraph informa que en 2003 un loro habría podido decir "viva el camarada Kim Il-sung" en inglés. En 2016, los medios de comunicación extranjeros informaron de una chimpancé de 19 años capaz de fumar una cajetilla de cigarrillos al día (incluso si la dirección del zoológico se asegura de que el animal no se trague el humo...). Por último, los elefantes del zoológico son los descendientes de un solo individuo que Ho Chi Minh entregó a Kim Il-sung en 1959. Es interesante notar que el área reservada para los perros es particularmente grande: ya que no se permite por razones higiénicas tener un perro en Pyongyang, la única manera de que la población lo vea es ir al zoológico
El inventario no es el mejor y los animales no parecen estar en buena forma. Los lugareños no dudan en tirar todo tipo de cosas en las jaulas para hacer reaccionar a sus ocupantes, sin éxito. Los osos son los peores, instalados en un espacio inferior, sufren de los chorros de todo tipo de cosas, pero puede ser envidiable para una cabra a la que un guía le ha tirado chicle.... Aparte de la entrada del zoológico en forma de cabeza de tigre que puede hacerte sonreír, el resto es un poco deprimente. Sin embargo, será necesario permanecer delicado en caso de una visita para no ofender a los guías.
Hay un punto positivo en la visita: es uno de los pocos lugares donde es posible caminar libremente durante un período de tiempo específico sin estar siempre acompañado por los guías. Las pequeñas tiendas venden productos (dulces, bebidas...) que no necesariamente se encuentran en otros lugares, como los zumos de frutas (ciertamente químicos) hechos en el país.