YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE BÚLICE
La antigua ciudad iliria de Búlice, magníficamente situada en lo alto de una colina, conserva importantes restos helenísticos.
Historia. La tribu semihelenizada de los biliones fundó Byllis en el siglo IV a. C. Según la mitología griega, el sanguinario Neoptólemo, hijo de Aquiles, decidió instalarse aquí a su regreso de la guerra de Troya. Fue conquistada hacia el 314 a. C. por Casandro de Macedonia. La ciudad habría sido dirigida posteriormente por reyes ilirios, con un intervalo en el que dominó Pirro, rey de los Molosos y Macedonia. La ciudad se alió con los romanos contra la reina iliria Teuta y se convirtió en colonia imperial en la época de Augusto (siglo I). Al final del siglo IV, la ciudad fue casi totalmente destruida por los visigodos, pero se reconstruyó cincuenta años después. Entonces fue sede del obispo. En el siglo VI las invasiones eslavas provocaron su abandono definitivo. Las primeras excavaciones se realizaron durante la Primera Guerra Mundial por tropas austríacas asentadas en la región de Mallakastër. Hubo que esperar hasta 1978 para que los arqueólogos albaneses intervinieran. Desde 1999, una misión franco-albanesa dirigida por el Instituto Arqueológico de Tirana y por la Escuela Francesa de Atenas está trabajando en ella.
Visita. Destacan claramente los dos períodos de desarrollo de la ciudad: helenística (del siglo III al silgo II a. C.) y paleocristiana (del siglo IV al siglo VI). El corazón helenístico de Búlice incluye un teatro de 16 m de alto, un diámetro de 78 m y con capacidad para 7500 espectadores. Un gran pórtico que domina Vjosa; un gran ágora (4 ha) bordeada de stoas (galerías) en escuadra; un estadio y un gimnasio. Durante el período romano y al comienzo de la era bizantina, Byllis se convirtió en sede del obispo. Levantándose, entonces, un conjunto de cinco basílicas. Los vestigios destacan el plano de la basílica episcopal («Basílica B»), característico de las construcciones paleocristianas de los Balcanes: plano de tres naves, numerosos anexos, acceso directo a la nave central por una apertura en las columnas. También destaca el baptisterio en el lado sur de la basílica episcopal, así como los mosaicos.